Por David López Reyes
“Las utopías olvidadas, rescribiendo nuestro sueño común”
Foro Social 2009
Foro Social 2009
RELATO DE UNA EXPERIENCIA, APRENDIENDO A CAMINAR
La cita era a las 13:00 horas del 12 de agosto del 2009, el lugar, CENTRO CEREMONIAL NHA-ÑU, los profesores convocados al curso de ajedrez del PPAE, van llegando poco a poco, muchos con entusiasmo, otros quizás con duda, y los menos con algo de disgusto, pero al final reportando su presencia y alistándose para ingresar el Centro Ceremonial Otomí, o mejor dicho Nha-Ñu, lugar que está enclavado en las montañas del municipio de Temoaya, unas de las zonas más pobres de nuestro Estado, con un olvido histórico insultante, obra construida por la mano del hombre moderno, hace mas de 30 años y sin embargo es parte de ese México Mágico donde la historia se teje entre lo real y lo fantástico, herencia de una civilización antigua y en el acontecer cotidiano está presente nuestras raíces indígenas, ese pasado que sigue viviendo y resistiendo a morir.
Este escenario, sí que es bello, sobre todo por la amabilidad natural de sus trabajadores, como la majestuosidad de las construcciones y de la montaña.
Este escenario, sí que es bello, sobre todo por la amabilidad natural de sus trabajadores, como la majestuosidad de las construcciones y de la montaña.
”Tener ojos para los que son diferentes,
tener oídos para quien nos habla,
tener palabras para quienes se les ha arrebatado la voz”
tener oídos para quien nos habla,
tener palabras para quienes se les ha arrebatado la voz”
Al pasar ya a sus instalaciones del Centro Ceremonial Otomí, nos fuimos percatando que no existe señal de la telefonía celular,(Por fin un lugar que no es territorio TELCEL) y que carecía de aparatos televisivos, (Nomas no le informen a Salinas y a los Azcárraga) al principio algunos nos causo cierta incomodidad estas situaciones, pero al pasar las horas esa “carencias” se convirtieron en libertad (que liberador es no tener ataduras tecnológicas).
Después del registro e irnos acomodándonos en los alberges, hermosos por su simpleza y su practicidad- solo lo estrictamente necesario-una cama individual, una mesa, un buro y un peinador- (nos dimos cuenta, las cosas inútiles que tenemos en casa) pasamos al comedor, a tomar nuestros alimentos y después de unas palabras de bienvenida, por parte del Mtro. Manuel Sánchez León, de la Subdirección de Educación Elemental y del Mtro. David López Reyes, Coordinador Estatal del PPAE, el Prof. Miguel Ángel Nava, nos dio el primer acercamiento al maravilloso mundo del ajedrez, unos ya conocíamos algo del juego, pero para otros fue el primer contacto.
Al otro día de nuestra llegada, nos levantamos un poco antes de las 7:00 am, para la activación física (Que placentero es respirar aire matutino y fresco) el realizar algunos ejercicios, caminar y trotar, en este lugar mágico, con la densidad de su bosque, con la diversidad de su vegetación, tantos coloridos y alimentados por una misma tierra, nos hizo recordar que tenemos un país al cual amamos y tenemos que proteger, y que es nuestra obligación como docentes transformar, ahora empezábamos a entender, él porque nos habían citado en este lugar tan aislado, del ruido urbano “el encuentro con otras y otros nos enriquece nuestra visión del mundo y de la vida”.
Los arboles emiten sonidos que solo se escucha cuando existen oídos receptivos para ello, es decir nos encontrábamos en un lugar donde los sonidos emitidos desde el bosque son silencios de la reflexión y el pensamiento; el análisis y la discusión, como dirían nuestros ancestros de la educación, estábamos en los procesos de la dialéctica pura que daban las condiciones para aprender y desconectarnos por el momento de la invasión tecnológica, que parece que nos tiene esclavizados.
Se nos presento el manual del profesor, que será la guía para la operación del PPAE, y para sorpresa y asombro de todos, es estrictamente pedagógico, lleno de actividades lúdicas, y que a partir de estas, alumnos y profesores aprenderemos juntos ajedrez y con ello herramientas valiosas para la vid., La profundidad del ajedrez es más que un juego, es toda una estrategia para resolución de problemáticas cotidianas.
Un poco más tarde, explorábamos el mundo del tablero, de tan solo 64 casillas o escaques, el conocimiento de las piezas del ajedrez, el peón, el caballo, la torre, el alfil, el Rey y la dama, sus desplazamientos por columnas, filas, diagonales, tomábamos conocimiento nuevo, cada casilla tiene nombre ¡¡asombroso!! h1, g3, g7, he, e5, e4, f3, g8, a1, b5 etc.… la notación algebraica, que no es otra que ir describiendo la partida movimiento por movimiento, y si hacemos una analogía con nuestro andar cotidiano, es escribir nuestra vida paso a paso El Instructor Víctor Hugo Olmos Olalde nos empezaba llevar casi de la mano a ese mundo del ajedrez y la educación, a cada momento confirmábamos la vinculación que tiene este juego con los procesos educativos, fue tan apasionante el curso, que nos dieron casi las doce de la noche y no dejábamos descansar a Hugo y Miguel.
Habíamos encontrado que el ajedrez se estará convirtiendo a partir de esta ciclo escolar, en un instrumento pedagógico ideal de acompañamiento y nos percatábamos que este programa a diferencia de otros, está lleno de bondades y es de universal conocimiento, con un solo programa tendremos la transversalidad del conocimiento y tocaremos puntos en común del ajedrez y las matemáticas, la literatura, historia, el uso del lenguaje y la lectura, los valores etc.… es por ello que la ciencia se acerca a la escuela a través del ajedrez pedagógico.
Terminamos el curso, de verdad con entusiasmo y con la sensación que nos falto tiempo, con mucha motivación y con el compromiso de seguir aprendiendo a cada instante, hoy quedamos como responsables, TODOS, de este Programa Piloto de Ajedrez Escolar, el reto es nuestro, trabajaremos en común para resultados comunes, y las evidencias del trabajo estarán día con día, allá en el seno mismas de nuestras escuelas y sobre todo; con los resultados que la sociedad mexiquense reclama, CAMBIAR O MORIR.
Después del registro e irnos acomodándonos en los alberges, hermosos por su simpleza y su practicidad- solo lo estrictamente necesario-una cama individual, una mesa, un buro y un peinador- (nos dimos cuenta, las cosas inútiles que tenemos en casa) pasamos al comedor, a tomar nuestros alimentos y después de unas palabras de bienvenida, por parte del Mtro. Manuel Sánchez León, de la Subdirección de Educación Elemental y del Mtro. David López Reyes, Coordinador Estatal del PPAE, el Prof. Miguel Ángel Nava, nos dio el primer acercamiento al maravilloso mundo del ajedrez, unos ya conocíamos algo del juego, pero para otros fue el primer contacto.
Al otro día de nuestra llegada, nos levantamos un poco antes de las 7:00 am, para la activación física (Que placentero es respirar aire matutino y fresco) el realizar algunos ejercicios, caminar y trotar, en este lugar mágico, con la densidad de su bosque, con la diversidad de su vegetación, tantos coloridos y alimentados por una misma tierra, nos hizo recordar que tenemos un país al cual amamos y tenemos que proteger, y que es nuestra obligación como docentes transformar, ahora empezábamos a entender, él porque nos habían citado en este lugar tan aislado, del ruido urbano “el encuentro con otras y otros nos enriquece nuestra visión del mundo y de la vida”.
Los arboles emiten sonidos que solo se escucha cuando existen oídos receptivos para ello, es decir nos encontrábamos en un lugar donde los sonidos emitidos desde el bosque son silencios de la reflexión y el pensamiento; el análisis y la discusión, como dirían nuestros ancestros de la educación, estábamos en los procesos de la dialéctica pura que daban las condiciones para aprender y desconectarnos por el momento de la invasión tecnológica, que parece que nos tiene esclavizados.
Se nos presento el manual del profesor, que será la guía para la operación del PPAE, y para sorpresa y asombro de todos, es estrictamente pedagógico, lleno de actividades lúdicas, y que a partir de estas, alumnos y profesores aprenderemos juntos ajedrez y con ello herramientas valiosas para la vid., La profundidad del ajedrez es más que un juego, es toda una estrategia para resolución de problemáticas cotidianas.
Un poco más tarde, explorábamos el mundo del tablero, de tan solo 64 casillas o escaques, el conocimiento de las piezas del ajedrez, el peón, el caballo, la torre, el alfil, el Rey y la dama, sus desplazamientos por columnas, filas, diagonales, tomábamos conocimiento nuevo, cada casilla tiene nombre ¡¡asombroso!! h1, g3, g7, he, e5, e4, f3, g8, a1, b5 etc.… la notación algebraica, que no es otra que ir describiendo la partida movimiento por movimiento, y si hacemos una analogía con nuestro andar cotidiano, es escribir nuestra vida paso a paso El Instructor Víctor Hugo Olmos Olalde nos empezaba llevar casi de la mano a ese mundo del ajedrez y la educación, a cada momento confirmábamos la vinculación que tiene este juego con los procesos educativos, fue tan apasionante el curso, que nos dieron casi las doce de la noche y no dejábamos descansar a Hugo y Miguel.
Habíamos encontrado que el ajedrez se estará convirtiendo a partir de esta ciclo escolar, en un instrumento pedagógico ideal de acompañamiento y nos percatábamos que este programa a diferencia de otros, está lleno de bondades y es de universal conocimiento, con un solo programa tendremos la transversalidad del conocimiento y tocaremos puntos en común del ajedrez y las matemáticas, la literatura, historia, el uso del lenguaje y la lectura, los valores etc.… es por ello que la ciencia se acerca a la escuela a través del ajedrez pedagógico.
Terminamos el curso, de verdad con entusiasmo y con la sensación que nos falto tiempo, con mucha motivación y con el compromiso de seguir aprendiendo a cada instante, hoy quedamos como responsables, TODOS, de este Programa Piloto de Ajedrez Escolar, el reto es nuestro, trabajaremos en común para resultados comunes, y las evidencias del trabajo estarán día con día, allá en el seno mismas de nuestras escuelas y sobre todo; con los resultados que la sociedad mexiquense reclama, CAMBIAR O MORIR.
